El lenguaje sexista.

                                           

7-3-24. Hay una serie de palabras que denotan significados opuestos según el género que tengan. Cuando son del género masculino tienen connotaciones positivas, mientras que cuando hacen referencia al género femenino tienen connotaciones negativas. Pongo los siguientes ejemplos como muestra del lenguaje sexista aún persistente.

-Ser cojonudo expresa ser estupendo, magnífico o excelente. Mientras que ser un coñazo hace referencia a una persona insoportable.

-Ser un zorro o un zorrillo significa ser astuto, pícaro o listillo. Mientras que ser una zorra significa ser una prostituta, ramera o furcia.

– Ser una bruja hace referencia a una mujer de aspecto repulsivo o a una mujer malvada. Ser un brujo es ser un mago o un hechicero.

– Ser una mujer pública es sinónimo de prostituta, a diferencia de ser un hombre público, que se reconoce como alguien que tiene presencia e influjo en la vida social.

Un fulano sirve para aludir a alguien cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar. Mientras que una fulana hace referencia una prostituta.

 El gobernante es aquel que gobierna, y la gobernanta es la mujer que hace  la limpieza de las habitaciones de los grandes hoteles.

-La expresión gallo, además de definir al animal, otorga cualidades al hombre como fuerte o valiente. Por el contrario, gallina se refiere al que es un cobarde.

La sociedad, que camina hacia la igualdad entre hombres y mujeres, debe luchar para erradicar el lenguaje sexista y sustituirlo por otras formas de expresión que no presupongan un enaltecimiento del hombre y un envilecimiento de la mujer.

José Melero Pérez.

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