22-8-23. Se trata de un lavado de cara para darnos a entender que en el Sínodo , un organismo de decisión de la Iglesia, también estarán presentes mujeres religiosas y laicas, pero en una proporción ridícula, solo el 15%, o sea 54 mujeres frente a 364 miembros. Muy lejos de la participación de las mujeres en instituciones de poder y decisión en países democráticos. La Iglesia continúa siendo misógina, en contra del trato igualitario de Jesús y en contra del reconocimiento que hicieron organismos políticos, hace más de un siglo, al admitir el sufragio femenino y el voto a las mujeres.
Es inaceptable , por antievangélico y por anti progreso , que la Iglesia continúe estancada en la misoginia. Todavía no reconoce la igualdad de todos los seres humanos, al rechazar a las mujeres de las esferas del poder y de decisión, como afirma el primer artículo de los Derechos Humanos(1), a pesar de que » debería estar en las entrañas de su ser» , como afirma Antonio Osuna.
En 1931 fue reconocido en España el derecho al voto de las mujeres en la Constitución de 1931, y la primera vez que pudieron ejercer ese derecho fue en las elecciones generales de noviembre de 1933.
(1) Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
José Melero Pérez
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Tiempo al tiempo. El que mucho corre poco aprieta. La Iglesia , poco a poco, va cambiando y adecuándose más a los tiempos que corren. Un fuerte abrazo.
Está bien que la Iglesia se vaya adaptando mejor al Evangelio y a los Derechos Humanos. El papa Francisco está haciendo todo lo que puede para llevar a cabo esa adaptación , aunque sea lenta. Lo importante es empezar y continuar. Espero que haya mejorado tu salud y que hayáis disfrutado en Ambite. Un fuerte abrazo para los dos de parte mía y de MJosé.
A mí como mujer me indigna no sólo el que participen tan pocas mujeres, si no también la lentitud los cambios. Lamento que la institución continue tratando a las mujeres como se fueremos inferiores.
A mí también me indigna, y los cambios los considero ridículos e insuficientes. La misoginia ni es cristiana ni conforme a los Derechos Humanos. El patriarcado forma parte de una estructura jerárquica- piramidal propia del Antiguo Régimen que no admitía la democracia. Fue sustituido por la Revolución Francesa , en 1789, con su eslogan : igualdad, fraternidad y libertad. Pero la Iglesia, al no cambiar su estructura, es la jerarquía la que manda, introduciendo pequeños cambios sin el consenso democrático de los creyentes. Y así continuará siendo: Una Iglesia considerada Pueblo de Dios, en el que solo una minoría privilegiada y misógina dirige y adoctrina a la gran mayoría de creyentes, a los que considera súbditos. Una abraçada, J. Melero.