DAR y RECIBIR (7). Mi hermano me llevó a urgencias.

5-6-20. Esto sucedió hace muchos años, pero es una historia que recordaré toda mi vida. Mi marido tuvo que viajar al extranjero urgentemente para encontrarse con su hermano que estaba gravemente enfermo. Yo me quedé sola en casa, pero mi hija vivía con su pareja y mis dos nietos en un piso del mismo edificio. Era un viernes por la tarde y le pedí a mi hija que los niños se quedaran a dormir conmigo, para así no estar tan sola. Así lo hicimos.

Los niños y yo estábamos resfriados. Entonces, se me ocurrió que antes de irnos a la cama nos diéramos una ducha calentita y luego hiciéramos inhalaciones de VapoRub con agua caliente para aliviar los síntomas de la tos y de la congestión nasal. Yo les expliqué que primero lo haría yo para que ellos aprendieran a hacer las inhalaciones. Mi nieta tenía entonces unos 3 años. Yo me senté en el canto de la cama  con una palangana con agua muy caliente. Cuando me tapé la cabeza con una toalla para inhalar, mi nieta creyó que yo estaba jugando y saltó sobre mi espalda desde la cama. El agua se esparció por mis piernas y por el abdomen de la niña, produciéndonos a las dos quemaduras de segundo grado.

Lo primero que hice fue llamar a mi hija para que llevara a su hija a urgencias, y yo en mi desesperación y dolor me duché las piernas con agua muy fría. No tenía a mi marido a mi lado, así que llamé a mi hermano que vivía cerca  para pedirle ayuda. Mientras le esperaba, vi cómo aumentaba el enrojecimiento y la hinchazón de mis piernas, apareciendo  grandes ampollas  y sintiendo mucho dolor. Cuando llegó mi hermano, no lo pensó ni un segundo, cogió el coche y me llevó a urgencias. Allí me hospitalizaron y él con mi cuñada se quedaron casi toda la noche conmigo.

Por suerte, la niña no necesitó hospitalización, pero sí curaciones diarias de las heridas. Yo, en cambio, lo pasé muy mal. Las heridas se me infectaron, y a pesar de todos los cuidados y las curaciones diarias no tenía mejoría. Mi pobre hermano me llevaba todos los días al hospital para las curaciones. Es algo que no me canso de agradecérselo  y se lo agradeceré toda mi vida. Estuve de baja en el trabajo un mes. Yo ya no podía hacer mis cosas sola, por eso llamé a mi marido para que volviera antes de lo previsto, y así lo hizo. Yo nunca olvidaré este fatídico suceso, que me dejó cicatrices físicas y en el corazón de ver a mi nietecita herida.

Mi madre decía: “Una mano lava la otra y las dos lavan la cara”. Significa que como seres humanos, si nos ayudamos mutuamente tendremos una vida más llevadera. Hoy me brindas tu ayuda y mañana te la brindo yo. Mi hermano es una persona muy importante para mí, él sabe que me tiene ahí para lo que me necesite . Yo le agradeceré durante toda mi vida  lo que hizo por mí. Gracias, hermano.

Linda ( seudónimo).

2 comentarios en “DAR y RECIBIR (7). Mi hermano me llevó a urgencias.

  1. Gracias por tu acertado comentario. Eso es lo que pretendo: publicar aportaciones de los lectores y lectoras de mi blog que den fe de la bondad humana en ofrecerse a los demás y de ser agradecidos. Es el camino para mantener la fe en el ser humano. UN ABRAZO GRANDE.

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